jueves, 26 de enero de 2012

Balance del curso

El curso de Sistema Económico Mundial se ha caracterizado por su impulso al trabajo autodidacta por parte de los estudiantes que hemos dejado de ser receptores pasivos de información y datos para ser emisores y participantes.

Sin embargo, he de destacar que ante lo inabarcable del temario disponible, quizás se ha dejado lado cierta profundización en temas únicamente económicos, sin desviarnos hacia aspectos filosóficos o psicológicos.

Una crítica que considero necesaria es el peso que la opinión (o lo que hemos considerado los alumnos como la opinión) del profesor ha tenido en el desarrollo del curso. No se puede dar el mismo fundamento e importancia a opiniones individuales a datos contrastados y reales. Destaco a este respecto la afirmación "el capitalismo en España no aparece en el siglo XIX si no en los años 50 del siglo pasado" que, cuando menos, es altamente discutible.

Por otro lado, no puedo menos que mostrar mi agradecimiento al profesor por haber introducido el libro "Teoría del desarrollo capitalista" como manual del curso, pues a través de él he alcanzado un conocimiento real, concreto y certero del sistema económico, político y social vigente sin caer en los lugares comunes y los topicos que inundan los análisis económicos generales y que ocultan premeditadamente el fondo de la cuestión.

Ha sido un curso interesante, uniendo interés con discusión, acuerdos y desacuerdos, pero del que saco profundas impresiones y, sobre todo, un conocimiento directo y crítico de la sociedad.

martes, 24 de enero de 2012

Lectura: Anti Dühring

Una concepción del mundo es una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto, los cuales están explícitos en la cultura de la sociedad en que vive.
Las concepciones del mundo suelen presentar unas pautas muy concentradas y conscientes, en forma de sistema filosófico, al cual le han arrebatado terreno las ciencias positivas.
Las tesis de la vieja filosofía sistemática, de los dogmas religiosos y de las concepciones del mundo, carecen de rasgos necesarios que sí posee el conocimiento científico, como la intersubjetividad y la capacidad de posibilitar previsiones exactas.

Una concepción del mundo que tome la ciencia como único cuerpo de conocimiento real se encuentra visiblemente por detrás de la investigación positiva. Y por delante también, porque como visión general de la realidad, la concepción del mundo inspira o motiva la investigación positiva de la misma.
En cuanto a la concepción marxista del mundo, está movida por la aspiración a terminar con la obnubilación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. La liberación de la consciencia presupone la liberación de la práctica.
Esta formulación de Engels supone la concepción de la filosofía no como un sistema superior a la ciencia, sino como un nivel del pensamiento científico: el de la inspiración del propio investigar y de la reflexión sobre su marcha y sus resultados.

La motivación de la ciencia puede llamarse "inmanentismo", que es el principio de que la explicación de los fenómenos debe buscarse en otros fenómenos en el mundo. En esto es en lo que se basa la concepción marxista del mundo.
En lo que Engels llama "concepción comunista del mundo" se hallan dos principios fundamentales: el materialismo y el de la dialéctica. La ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico-reductiva. Y la tarea didáctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo.

lunes, 23 de enero de 2012

Lectura ¿Qué es la ciencia?

La lectura nos muestra una definición de Schumpeter que afirma que ciencia "es cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo". Respecto a esto Gino Longo, recuerda no caer en extrapolar esta definición fuera de un terreno puramente empírico, ya que en caso contrario daría lugar a confusiones.Deshacer el término ciencia es un paso necesario para este proceso:

1-En primer lugar, el conocimiento científico debe proporcionar una descripción de esta realidad, de tal forma que sea capaz de explicarla y no sólo limitarse a describirla. Es importante la descripción pero también una explicación.

2-Los objetos tienen una empírica necesidad de ser estudiados. Se convierte en una realidad que hay que explicar desde la realidad. La ciencia más que explicar el mundo debe comprenderlo.

3-Si conocemos la realidad, podremos modificarla, sin embargo, si no conocemos, no podremos modificar nada, puesto que no sabremos qué modificar ni como hacerlo, ya que los instrumentos y técnicas serían inservibles. De esta forma el fin de la ciencia no es otro que la búsqueda de la verdad.
Todo esto nos delimita el campo de acción de la ciencia.

miércoles, 11 de enero de 2012

Teoría del desarrollo capitalista. Capítulos 2-8

I) El valor cualitativo:
Una mercancía es todo aquello producido más que para su uso, para su cambio. Por tanto, el estudio de las mercancías es el estudio de las relaciones que rigen ese cambio. Adam Smith argumentaba que el cambio era posible sólo gracias a la división del trabajo que permite el aumento de la productividad. Marx no niega la relación entre división del trabajo y el cambio de mercancías, pero no sitúa la división del trabajo en un punto central de la teoría. Marx dice: “la división del trabajo es una condición necesaria para la producción de mercancías, pero la producción de mercancías no es una condición necesaria para la división del trabajo. La comunidad india primitiva tiene división del trabajo sin producción de mercancías” Es decir, hay productividad pero no está destinada mayoritariamente al cambio, si no al uso.
Marx niega así que la producción de mercancías sea la forma inevitable y única de vida económica aunque sea la mayoritaria desde hace siglos y domine la edad moderna y contemporánea. No se puede valorar sólo la relación cuantitativa (relación entre productos) dejando a un lado la relación cualitativa (relación entre productores). Marx une ambas visiones en su teoría del valor.

I.I) El valor de uso:
“Toda mercancía tiene un doble aspecto, el de valor de uso y el de valor de cambio”. Según Marx el valor de uso no aporta nada a la mercancía, sólo expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido. Como la economía tradicional es la ciencia de las relaciones entre las personas, el valor de uso (relación persona-objeto) queda fuera del campo de investigación de la economía política. Aunque Marx deja fuera el valor de uso de la economía política, no niega que forma parte fundamental de la cadena del fenómeno económico.

I.II) El valor de cambio:
Las mercancías exhiben sus características propias comparando su valor de cambio respecto del valor de cambio de otras mercancías. En una sociedad que tiene en el cambio la realización del objetivo de la producción, sólo convirtiéndose en mercancías obtendrán los productos su valor de cambio. Aunque pudiera parecer que esta relación entre mercancías debería quedar igualmente fuera de la ciencia política económica, no lo hace puesto que el valor de cambio de las mercancías exterioriza la relación social entre los productores. La relación de cambio es una relación entre personas. Al decir que una mercancía tiene valor de uso y de cambio habría que decir más específicamente que es un objeto de utilidad con un valor propiamente dicho. Este valor representa la forma específica de sociedad en que se desarrolla la mercancía (en nuestro caso, una sociedad caracterizada por la división del trabajo y la producción privada). Marx llega a la conclusión que el valor que se agrega a la mercancía se identifica con el trabajo invertido en su producción.



I.III) Valor y trabajo:
Desde el punto de vista de la producción, si se resta a la mercancía su valor de consumo (el valor de uso o la relación entre individuo y objeto) aún le queda su valor social (el valor de cambio o relación entre personas). El propio trabajo tiene como cualquier mercancía, un valor de uso (el trabajo útil) que produce un objeto concreto, y un valor de cambio (el trabajo abstracto) que es el trabajo entendido en general, necesario para obtener cualquier objeto. Cuando se dice que el trabajo transmite valor a la mercancía, es este trabajo abstracto el que lo hace.

I.IV) Trabajo abstracto:
Todo trabajo tiene características comunes sea cual sea su objetivo. Estas características comunes son las que definen el trabajo abstracto. El capitalismo reconoce la existencia de este trabajo abstracto y su utilidad, organizando las corrientes de trabajadores que se mueven de unos sectores a otros según la necesidad.

I.V) Teoría del valor:
La mercancía por tanto, tiene como característica propia el hecho de ser trabajo abstracto materializado sobre un objeto (lo cual le otorga a la mercancía un supuesto valor de uso y un evidente valor de cambio) lo cual la convierte en la pieza central de la economía moderna. El valor de la mercancía podrá medirse como el producto en sí mismo más el tiempo de trabajo necesario para producirla.

I.VI) el fetichismo de las mercancías:
La filosofía promovida por una forma de organización social concreta puede llevar a conclusiones aparentes y sin embargo erróneas. Así, en la sociedad de la producción de mercancías (capitalismo) la relación entre los hombres se muestra como relación entre los productos. Los productores dejan de relacionarse directamente con los consumidores y lo hacen sólo a través de sus productos mientras que los consumidores se relacionan únicamente con los productores usando el mismo medio. Esto produce un “estado de la sociedad en el que el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser un proceso dominado por él”. Este estado se hace evidente en la teoría económica clásica y sus teorías de la “ley natural” o “la mano invisible” que se resumen en la expresión laissez-faire, es decir; la fe en el automatismo de la relación entre mercancías y personas.

II) El problema del valor cuantitativo:
Toda sociedad produce y distribuye sus productos, sólo varía a lo largo de la historia el modo de organizar esta producción y distribución. Como vimos que la mercancía tiene el valor del gasto de tiempo necesario para producirla, así que debería esperarse que productos creados con un gasto de tiempo igual deberían tener el mismo valor. El tiempo necesario es el normal para cada caso y no se tiene en cuenta el aprendizaje o torpeza del trabajador. Por otra parte todo trabajo especializado puede reducirse a trabajo simple multiplicado (por el tiempo de aprendizaje o por la mayor productividad en el mismo tiempo).

II.I) La competencia:
Cuando la competencia entre productores se basa en el valor real de las mercancías, la ley de la oferta y la demanda se equilibra y el precio de mercado coincide con el valor real de la mercancía.

II.II) La demanda:
Hablamos de demanda social y no demanda individual. Cada clase social demandará productos según sus necesidades, intereses y tipos de productos. Marx dice que la demanda social de la clase obrera será flexible y cambiante aunque aparentemente pueda parecer fija. Las variaciones de precios y salarios harán variar la demanda social (que no hay que confundir con la necesidad social). Como la demanda social está dominada por la distribución del ingreso, los problemas del valor están más relacionados con las relaciones de producción (que influyen sobre el ingreso e indirectamente sobre la demanda) que con el consumo (que aparentemente debería ser la principal y directa influencia sobre la demanda).

II.III) La ley del valor vs principio de planeación:
La ley del valor de Marx es una teoría de equilibrio. Este equilibrio produce el efecto de que pese a no existir una planeación existe un orden que establece cómo y cuánto se produce para mantener el equilibrio. La ley del valor explica este misterioso comportamiento como un hecho derivado de la intención de los capitalistas de vender sus mercancías tan caras como sea posible; esto es, compitiendo entre ellos. En la economía planificada esta ley del valor deja de funcionar y toma fuerza la ley de la planeación que sustituye a la primera; valor y producción son tan opuestos como socialismo y capitalismo.

II.IV) Valor y precio de producción:
El precio es la expresión monetaria del valor, pero el precio de producción es una variación de este valor. Por tanto, los precios de producción se derivarán de los valores de la mercancía según reglas concretas, así que se basarán en la teoría del valor.

II.V) Precio de monopolio:
Un monopolio dificulta la natural regulación de las relaciones de producción y produce cambios en la ley del valor. En el monopolio, el capitalista puede aprovecharse de determinada demanda controlando la oferta.

III) Plusvalía y capitalismo:
No se debe confundir un sistema de producción de mercancías con el propio capitalismo. Aunque el capitalismo convierta todos o la mayoría de los productos en mercancías, las mercancías por sí mismas no producen capitalismo necesariamente.


III.I) El capitalismo:
En el capitalismo la propiedad de los medios de producción está en manos de unos pocos mientras que una gran mayoría realiza el trabajo. Tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son a la vez mercancías; son objetos de cambio y por ello, portadores de valor de cambio. Las relaciones entre propietarios entre sí y las relaciones entre propietarios y no propietarios son pues relaciones de cambio. Esta compra-venta de fuerza de trabajo define la forma el capitalismo. En la producción simple de mercancías el productor tiene mercancías, las vende (convierte la mercancía en dinero) y lo obtenido lo gasta en comprar otras mercancías que satisfagan sus necesidades. El proceso se esquematiza como M-D-M. En el capitalismo el productor tiene dinero con el que compra mercancías (medios de producción y fuerza de trabajo) y consigue nuevamente dinero al vender las mercancías producidas. El dinero es el principio y el fin de todo el proceso; D-M-D. Pero en este proceso la primera D no puede ser igual a la segunda (pues lo gastado sería repuesto exactamente y no habría ningún beneficio) por lo tanto, la segunda D debe ser mayor que la primera (D-M-D’). La diferencia entre D y D’ es la plusvalía ya que el valor original se ha expandido. La consecuencia es un proceso ilimitado en el que el capitalista queda atrapado; D-M-D’-M-D’’-M-D’’’…

III.II) El origen de la plusvalía:
La fuerza de trabajo es una mercancía, no el trabajo en sí. El capitalista alquila al trabajador para realizar cualquier trabajo (alquila su fuerza de trabajo) y éste cuando se pone a trabajar produce trabajo, es decir el trabajo es el uso de la fuerza de trabajo. El valor de la propia fuerza de trabajo se determina por el tiempo necesario para reproducirla; es decir, su valor será el de los medios de subsistencia del propio trabajador o lo que es lo mismo, lo que necesite para recuperar la fuerza de trabajo gastada en un día de trabajo. Sin embargo, cuando el trabajador vende su fuerza de trabajo, lo hace siempre por un tiempo superior al necesario para recuperar el valor de su fuerza de trabajo gastada; es decir, transmite a la mercancía a través de su trabajo más valor del que él recibirá a cambio del propio trabajo. Ese exceso de valor será apropiado por el capitalista después, al vender la mercancía en su justo precio ya que éste es superior a la suma de los justos precios que paga por la fuerza de trabajo y los medios de producción. En este proceso el trabajador divide su trabajo en el Trabajo Necesario (el justo para obtener su salario o lo que es lo mismo, para mantenerse y recuperarse del trabajo) y el Trabajo Excedente que sólo produce plusvalía. Lo original del capitalismo no es que no es que una parte de la sociedad explote a otra (siempre ha ocurrido en la historia a través de diferentes formas), si no que lo haga concretamente a través de la producción de plusvalía.

III.III) Componentes del valor:
El valor de cualquier mercancía producida bajo el capitalismo se divide en tres partes; el valor de los materiales y la maquinaria que pasan directamente a la mercancía, llamado Capital Constante (c), el valor gastado de la fuerza de trabajo (tanto T. Necesario como Excedente) llamado Capital Variable (v) y el valor de la propia plusvalía (p), resultando: Valor=c+v+p.
Esta simple fórmula no solo es aplicable a la mercancía si no que es extensible a la producción total de toda la economía capitalista siempre que se constriña a un periodo concreto.

III.IV) Tasa de plusvalía:
Es la relación entre la plusvalía y el capital variable. Se designa con una p’; p/v=p’= tasa de plusvalía o tasa de explotación, según Marx. La magnitud de p’ está determinada por la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario y la productividad del trabajo. Estas tres variables determinan cuánto del tiempo de trabajo es trabajo necesario y cuánto es excedente. Para aumentar p’ se puede aumentar la jornada de trabajo, rebajar el salario, aumentar la productividad o bien alguna combinación delas tres.

III.V) Composición orgánica del capital:
Derivada de la fórmula c+v+p, tenemos que el capital (constante y variable) es un compuesto de ambos formulado como: c/c+v=o, donde o es la expresión de la composición orgánica del capital.

III.VI) Tasa de ganancia:
Es la proporción entre plusvalía y gasto total del capital (denominado g) obteniendo: p/c+v=g; es decir, que g=p’ o lo que es lo mismo; es directamente proporcional a la tasa de plusvalía (p’=p/v) e inversamente proporcional a la composición orgánica del capital: o=c/v. Por tanto, cuando la plusvalía aumenta, aumenta la tasa de ganancia y cuando aumenta la composición orgánica del capital (gasto en fuerza de trabajo y medios de producción) la tasa de ganancia disminuye lógicamente.

IV) Acumulación y ejército de reserva:
Los capitalistas sólo pueden aumentar su riqueza aumentando su inversión, ya que es la única manera de aumentar su acumulación de capital a través del aumento de plusvalía. Este proceso no es opcional para el capitalista; quién rechaza la competencia constante, quien no compite con los demás a través de la inversión desaparece. Sin embargo, este proceso lleva a una contradicción fundamental, pues a medida que se aumenta la riqueza del capitalista éste debe aumentar la inversión para mantener el proceso.

IV.I) Acumulación y fuerza de trabajo:
El proceso de acumulación necesita aumentar la fuerza de trabajo que, como cualquier mercancía, sube de precio al aumentar la demanda alejándose de su valor real. En el caso de las mercancías corrientes el mercado puede regularse reduciendo el precio y acercándolo a su valor real aumentando la oferta. Sin embargo, la fuerza de trabajo no puede ser producida masivamente para bajar el precio como cualquier otra mercancía, así que se escapa de las leyes de oferta y demanda. La economía clásica explica la regulación de la fuerza de trabajo argumentando que al tener salarios más altos, los trabajadores tienen más hijos y éstos aumentarán la oferta de fuerza de trabajo y esto reducirá el precio de esta mercancía.

IV.II) El ejército de reserva del trabajo:
Marx comparte la idea de que la diferencia entre oferta y demanda de fuerza de trabajo puede aumentar los salarios, pero nunca hasta amenazar al sistema de reproducción y acumulación. Su explicación del fenómeno no se relaciona con la población si no con el llamado ejército de reserva del trabajo, o “población excedente relativa” esto es, la masa de trabajadores desocupados que mediante su competencia en el mercado ejercen una presión constante hacia abajo en los niveles de los salarios. El origen de este ejército de reserva está en los trabajadores desplazados por la maquinaria (bien sustituidos por una máquina y despedidos o bien simplemente no contratados) por tanto, cuanto mayores sean los salarios (cuando el precio de los trabajadores es más alto y se opta más por la maquinaria) más presión del ejército de reserva se producirá para regularlos. Según esta visión, da igual que la población aumente, se estanque o disminuya, ya que el ejército de reserva aumentará sólo dependiendo del nivel de los salarios. Cuando el ejército de reserva disminuye, el freno a los salarios se pierde y éstos aumentan. Entonces, la plusvalía decrece y el capitalista, buscando mantenerla, retrasa la acumulación y detiene el aumento de los salarios. Ésta es una de las causas intrínsecas de las crisis del capitalismo. Junto con la sustitución del trabajo humano por maquinaria, las crisis y las depresiones son los instrumentos básicos del sistema para reconstruir un ejército de reserva disminuido, es decir; son los seguros del sistema para regular la oferta de fuerza de trabajo (el salario) y en consecuencia el margen de beneficio (plusvalía) del capitalismo.

IV.III) La tendencia descendente de la tasa de ganancia:
Como la acumulación de capital va mecanizando la producción, la productividad crece continuamente al tiempo que el capital constante (materias primas y maquinaria) también lo hace. De este proceso deduce Marx la ley de la tendencia descendente de la ganancia. Como vimos, la tasa de ganancia (g) es directamente proporcional a la tasa de plusvalía (p’) e inversamente proporcional a la composición orgánica del capital (o); por lo que si (o) aumenta, (g) disminuye. Como además se da la circunstancia de que (o) tiene tendencia al alza (debido al proceso de acumulación), (g) tenderá a descender, aunque esto no sea siempre así debido al comportamiento de p’ las consecuencias de sus cambios. Esta relación inversa entre productividad y tasa de ganancia demuestra que el capitalismo es una etapa histórica finita, con un principio y un final.

IV.IV) Causas contrarrestantes:
Como el descenso de la tasa de ganancia es solo una tendencia, Marx argumenta que existen ciertas maneras de equilibrar la tasa de ganancia y mantener el beneficio. Éstas se basarían en un descenso de la composición orgánica del capital o en un aumento de la tasa de plusvalía. Los métodos para conseguirlo se resumen en 5: 1) Abaratando el precio del capital constante, a través de maquinaria más eficiente; 2) aumentando la intensidad de la explotación, prolongando la jornada de trabajo (que produce un aumento del trabajo excedente y la plusvalía); 3) deprimiendo los salarios por debajo de su valor real; 4) favoreciendo la sobrepoblación relativa y 5) gracias al comercio exterior, debido a los inferiores precios de las materias primas y mercancías de este mercado.

IV.V) Capitalismo y crisis:
Bajo el capitalismo la primitiva relación simple M-D-M se convierte en D-M-D’. En la primera relación, la M primera y la segunda tienen el mismo valor de cambio, pero para el comprador la primera M no tiene prácticamente valor de uso mientras que la segunda tiene un gran valor de uso. La transacción que realiza el proceso es una adquisición de valores de uso, así que no hay ningún cambio en el valor de cambio y por tanto, es un sistema de producción para el consumo, lo que provoca que las crisis y sobre todo la sobreproducción sean unas posibilidades remotas. Mientras tanto, la relación D-M-D’ es totalmente diferente. Aquí, la primera y la segunda D representan valores de cambio, no de uso por lo que, lo que sería el resultado final del proceso (D’) debe ser nuevamente cambiado para seguir creciendo. A diferencia del avaro que se contenta retirando dinero de la circulación para acumularlo, el capitalista necesita poner continuamente su dinero en circulación (en riesgo) lo que le hace especialmente susceptible a las crisis y a la sobreproducción. Aunque pudiera parecer lo contrario, la relación simple M-D-M no desaparece bajo el régimen capitalista ya que los trabajadores sólo pueden seguir este proceso vendiendo su fuerza de trabajo (mercancía sin valor de uso para ellos) para obtener dinero (salarios) que invierten en comprar mercancías con valor de uso para ellos. Este hecho se traduce en que la relación D-M-D’ sea ajena a los trabajadores y es erróneo pensar en un trabajador dominado por el deseo de ganancia. Lo que el trabajador desea son valores de uso, y su acumulación se basa en la previsión del futuro agotamiento de su fuerza de trabajo (única mercancía con valor de uso de sus posesiones), lo que rechaza la postura económica clásica que considera trabajadores y capitalistas buscan lo mismo; valores de uso con los que obtener ganancias.
El capitalista está interesado en elevar al máximo su tasa de ganancia, por lo que cualquier interrupción en el proceso de circulación del capital puede generar un fenómeno de sobreproducción que provocará una reacción de descenso de la producción. El descenso de la extensión de la plusvalía llevará al capitalista a detener el proceso retirando su dinero de la corriente circular e interrumpiendo el mismo. Sin embargo, la crisis no suele llegar a destruir totalmente la tasa de ganancia, si no que simplemente el capitalista no encuentra el incentivo necesario para continuar el proceso en el momento en que la plusvalía desciende por debajo de lo que considera normal, aunque permanezca positiva.
Puede suceder que una línea de producción reduzca su tasa de ganancia y que los capitalistas decidan trasladar su inversión a otras líneas de producción. Esto no provoca una crisis, pero si el descenso se generaliza y los capitalistas no ven posible reinvertir su capital, aparece la crisis. Mientras los capitalistas esperan que se recupere la tasa de ganancia o se resignan a una nueva tasa, inferior, la crisis y la depresión se generalizan. Este proceso de gestación de crisis es el mismo que se produce entre capitalistas financieros y capitalistas empresariales en el mundo moderno. Cuando el capitalista financiero teme disminuir la tasa de ganancia de sus préstamos, corta el ciclo económico y deja al capitalista empresarial sin capital que reinvertir. El resultado es el mismo, la crisis y la depresión.

IV.VI) tipos de crisis:
La teoría de la tasa decreciente de ganancia supone que las mercancías se venden por su valor de equilibrio, pero esto no es así; en el mundo real, los capitalistas pueden verse obligados a vender sus mercancías por debajo de su precio de equilibrio. Esto puede ocurrir como consecuencia de una sobreproducción de una mercancía (el aumento de oferta reduce la demanda y se vende menos). Si esto ocurre generalizadamente en un buen número de industrias a la vez, se producirá el conocido descenso de la tasa de ganancia y por tanto, una crisis; en este caso, una crisis de realización.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Congelado el Salario Mínimo Interprofesional

Coincidiendo con el día de los santos inocentes, el gobierno conservador recién instaurado anuncia que por primera vez desde que existe, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) quedará congelado durante el año 2012, acabando con la trayectoria alcista que mantenía desde 1980.

La medida mantendría el SMI en 641'40€, el más bajo de toda Europa excepto en Portugal y Polonia y mantendría la ya gran distancia que separa el SMI español de la media europea, aunque desde el punto de vista empresarial la medida puede ser un incentivo atractivo para contratar (a un precio bajo) mientras que los beneficios tenderán a subir (y con ellos, la plusvalía del capitalista).

La lógica capitalista empuja a buscar el crecimiento de la plusvalía esperando con ello que los capitalistas sientan interés en arriesgar su capital acumulado; para ello necesitan recortar los gastos de la producción y, pordesgracia, los sueldos de los trabajadores entran dentro de esos gastos. Sin embargo la medida de congelar los salarios es una medida desesperada que confía en que los trabajadores sean capaces de mantener su consumo con menos salario (mientras que los capitalistas no son capaces de seguir invirtiendo con menos plusvalía) lo cual es altamente improbable y puede generar una crisis de subconsumo que, añadida a la inicial crisis de sobreproducción, prolongue la depresión económica indefinidamente.

Noticia: http://www.elpais.com/articulo/economia/Gobierno/congela/salario/minimo/primera/vez/creo/elpepueco/20111228elpepueco_5/Tes

miércoles, 28 de diciembre de 2011

El nuevo gobierno anuncia más recesión.

La noticia se resume así; el nuevo ministro de economía Luis de Guindos anunciaba ayer 27 de diciembre lo siguiente: "La economía española tendrá una recaída en este trimestre y entrará en tasa negativa. Con este perfil de desaceleración llegaremos a 2012, donde tendremos dos primeros trimestres que no serán nada sencillos en cuanto a crecimiento y empleo" Es decir, el nuevo gobierno anuncia que, siguiendo la lógica económica, el proceso de crisis y depresión aún no se ha recuperado. Muy al contrario, el ciclo económico sigue su camino descendente.

Evidentemente, hasta que el capital no encuentre un incentivo suficientemente suculento para empujar la inversión, no volverá a fluir el dinero y la depresión económica se mantendrá. Los caminos que se le abren al gobierno para forzar esos incentivos son limitadas; crear una nueva burbuja (lo que ya se intentara con el denominado Plan E) que sería una solución temporal que al estallar podría empeorar la situación, crear un mercado nuevo (altamente improbable) o (lo más probable) aumentar la plusvalía de los capitalistas a través del descenso de los salarios, facilitando el despido o prolongando las jornadas de trabajo manteniendo el salario.

En mi opinión aún queda mucho capital excedente que destruir hasta que los inversores capitalistas vuelvan a sentir interés por arriesgar lo salvado en esta crisis. Lamentablemente, los trabajadores somos parte de ese capital excedente.

Noticia: http://www.elpais.com/articulo/economia/Guindos/advierte/economia/espanola/entrara/recesion/2012/elpepieco/20111227elpepieco_2/Tes

martes, 27 de diciembre de 2011

Música y realidad social

La canción elegida para representar la realidad social será L'estaca del catalán Lluis Llach. En esta versión subtitulada se apreciará la importancia y profundidad de su letra:

http://www.youtube.com/watch?v=evk3iEMI9w0

Esta canción fue compuesta en 1968 como un alegato a la movilización social contra el régimen franquista y contra el inmovilismo social que parecía mantener atada a la población.

El éxito de la composición fue tal que se ha convertido en un himno por la libertad y la movilización contra el régimen impuesto, habiéndose traducido y adaptado a muchos idiomas algunos tan minoritarios como el occitano.

Como detalle cabe señalar que L'estaca mantiene, más de 40 años después de su composición, el mismo sentido y la misma vitalidad que en su origen habiéndose podido escuchar en las manifestaciones masivas del movimiento 15-M en Madrid.